Crónica San Silvestre de Sot de Ferrer.

La carrera empezaba a las diez de la mañana y las raticas nos reuníamos en el lugar de costumbre, el parque de la Rata, perdón, el parque de la Tirolina.  Javi, Salva, Vicente, Araceli, Sebastián, Víctor, Carlos, Juan, Nacho, Pedrín, y los hermanos Martinez, Sergio y Carlos. En Sot de Ferrer nos esperaban José Luis, que se había quedado a dormir allí y Pablo Guijarro que fue con nuestro amigo Rafita. 

Nos montamos en  los coches y nos dirigimos hacia Sot con la incógnita de si tendríamos sitio para aparcar, por lo que decidimos ir por Soneja, con el depósito lleno,  hasta llegar a la piscina de Sot de Ferrer donde finalmente hallamos aparcamiento.  Después de recoger nuestros dorsales, alguno con número de “pro”, y tras comprobar que era cierto que se habían inscrito 1100 corredores, la plaza del pueblo estaba “abarrotá”,  nos pusimos guapos para la foto y el “vidrio” de equipo, que con muy buen enfoque nos sacó nuestro amigo, y no rival porque nadie lo pillamos corriendo, del Saltamontes Rafita, con la inestimable colaboración de otro Saltamontino, Vizcaino.

Representantes La Ratica Corredorica.

No recuerdo que calentara los músculos  para esta carrera, por lo que, después de la foto nos dirigimos a la línea de salida, donde intentamos coger un buen puesto cerca del arco de salida a la vez que intentábamos que un par, o tres, de imbéciles no nos lesionaran con un macetero al que se subían para yo que sé que Gilipollez.  Nos les guardo rencor.   

Con todo esto se disparó el cohete que indicaba la salida y antes de subir a la ermita dábamos una vuelta de dos km y medio por los alrededores del pueblo para que no se formara tanto embudo.  Una vez arriba, en la ermita, la senda se estrechaba y nos obligaba a correr en fila de uno.  Prácticamente fuimos andando durante un km y pico hasta que salimos del pueblo. No conozco exactamente los puestos que íbamos ocupando las raticas a la largo del recorrido, pero imagino que en la cabeza irían José Luis, Víctor y Pablo Guijarro, seguidos por Nacho y Javi.  Después de ellos, Pedrín y Sergio y Carlos Martinez y, a pocos minutos Vicente, Carlos y Salva, para terminar con los “Rata Escoba”, Araceli , Juan  y Sebastián.

Juan y Araceli.

Víctor.

La carrera transcurrió como estaba previsto, atravesando paisajes bonitos como por ejemplo el cañar, en el entorno del rio, o las sendas entre pinares, o la subida a la ermita de San Antonio.  En definitiva un recorrido nada técnico y muy corredor.  Al llegar a la meta los corredores teníamos que ir hasta la plaza del pueblo donde nos esperaban los organizadores con un avituallamiento de fruta, otro con una chocolatá, una barra para pillar birra y papas y otro donde nos entregaron la bolsa del corredor, con fruta y un bocadillo hecho con el pan del día, del día que lo hicieron, para pasar después  a recoger la camiseta conmemorativa de la prueba.

Para finalizar la mañana, las Raticas nos reunimos en la Verónica donde entre cervezas y picoteo comentamos como nos había ido la carrera a cada uno, o no, porque la humilde rata que escribe no pudo acudir a la cita post-carrera y no sé de qué se hablo, pero como tengo que rellenar un poco de texto escribo esto.

Me gustaría terminar citando las palabras de unos grandes Ratas que dicen: “Al fin y al cabo, todo es fiesta”, “De todo se sale, menos del Deporte”, y una que nos define muy bien, “que el mareo os acompañe”.